Todo proyecto sufre cierto grado de cambio a su alcance. Es inevitable, porque siempre se presentarán situaciones que provocarán cambios. La clave es no permitir que impacten el objetivo principal del proyecto.
Existen seis malas prácticas que debes evitar para reducir los cambios. Las cuatro primeras durante la planeación y las últimas dos durante la ejecución del proyecto:
Pobre definición del alcance del proyecto.
No involucrar a todos los participantes en el proyecto.
Falta de experiencia en el “tipo” de proyecto que se va a llevar a cabo.
No hacer corresponsables a los participantes (internos y externos) del alcance, presupuesto y plan de trabajo.
No contar con un buen sistema de control de cambio.
Pensar que incrementar el alcance una vez iniciado el proyecto, agrega valor al mismo.
Un buen gerente de proyecto debe implementar un sistema de control de cambios para controlar las solicitudes de cambio. Si el cambio de alcance al proyecto es aprobado, el plan de trabajo y el presupuesto deben ser ajustados acordemente. De lo contrario el equipo del proyecto se verá presionado a cumplir fechas poco realistas y constantemente reportará retrasos en el proyecto.
Hay otros factores que pueden destruir tu proyecto, conoce más de esta serie:
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